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Torre de catedral de Santo Domingo de la Calzada. Foto Figaredo, Gijón gallina en el interior de la catedral de Santo Domingo de la Calzada. Foto Figaredo, Gijón

Con un nuevo día, tras dormir en Nájera, nos encaminamos a Santo
Domingo de la Calzada, clásica etapa del Camino de Santiago que
puede llevar unas 4 horas largas a pie. Esta localidad, con más de
6.000 habitantes, vive por y para el peregrino. Posee una gran
catedral, del siglo XII, y un antiguo hospital de peregrinos, hoy
reconvertido en Parador. Cuenta la leyenda que su fundador, un
eremita llamado Domingo García, demostró la inocencia de un
peregrino, al que habían acusado de matar a otro, resucitando a
una gallina asada; de ahí el dicho “Santo Domingo de la Calzada,
donde cantó la gallina después de asada”. Aparte del supuesto
milagro este señor construyó un puente, un albergue y un hospital.
Todo ello destinado a los peregrinos. Su casco viejo es Conjunto
Histórico Artístico y a su vera discurre el río Oja. El monumento
más visitado es la catedral -siglo XII- enorme para un pueblo de
este tamaño. Su torre, construida aparte en el siglo XVIII, es la
más alta de La Rioja. Hay visitas guiadas y se puede subir a una
altura desde donde se divisa casi todo el pueblo. En el interior
causa sensación el habitáculo donde tienen el gallo y a la gallina.
Téngase en cuenta que, aunque la gallina es más silenciosa, al gallo
puede darle por cantar en medio de una misa solemne…

gallina en catedral de Santo Domingo de la Calzada. Foto Figaredo, GijónVista parcial de Santo Domingo de la Calzada. Foto Figaredo, GijónSantiago mata-moros. Foto Figaredo, Gijónenorme torre de la catedral. Foto Figaredo, Gijón
Después de visitar la catedral entramos en el Parador, antiguo
hospital de peregrinos, donde pudimos tomar un café al resguardo
del temporal. Admiramos sus sólidos muros, antiguos muebles y
viejas armaduras colocadas por las esquinas. No estaba para salir mucho.Plaza Mayor de Ezcaray. Foto Figaredo, Gijón   Por la tarde, antes de regresar al hotel, hicimos una parada en
Ezcaray. Es un pueblo de unos 2.000 habitantes próximo a las
estación de esquí de Valdezcaray. Su altitud, de unos mil metros,
hizo que en vez de llover nevara. Visitamos la iglesia de Santa
María la Mayor, más por resguardarnos que otra cosa, y paseamos
por sus preciosas callejuelas con soportales. Ideal para el mal
tiempo. Es de destacar su Plaza Mayor, muy amplia teniendo en
cuenta el tamaño del pueblo. Al final nos metimos en un bar todo el
grupo y tomamos unos vinos y tapas para entrar en calor… Tuvimos
suerte con los compañeros de viaje. Está claro que aunque llueva o
nieve se puede disfrutar de los buenos lugares en buena compañía.
¡La Rioja nunca defrauda!
Todas las fotos están hechas con película de ISO 400, digitalizada
posteriormente. Algunas imágenes han sido ligeramente aclaradas.