Este año hemos cumplido nuestro 45 aniversario. ¡Da vértigo mirar
atrás y ver la metamorfosis que ha sufrido la fotografía a lo largo
de estos años…! Fundamentalmente en lo tecnológico; puesto que la
fotografía, como arte, sigue inalterable: composición, manejo de la
luz, creatividad (ahora potenciada con el Photoshop), y un poco de
suerte para estar en el lugar y momento adecuados.
Dos generaciones compartiendo recuerdos, viajes y momentos de
la vida de muchas familias. De muchas personas.
Seguimos en la brecha, esforzándonos en ayudar a nuestros
clientes a sacar mejores fotos, aplicando la experiencia acumulada.
Nuestro objetivo siempre ha sido el mismo: ilusionar a nuestros
clientes con la fotografía. Que ya no seamos imprescindibles no es
óbice para que pongamos todo nuestro empeño en ayudar a quien
nos ayuda y en tratar de convencer a la gente que no es lo mismo
imagen que foto, y que un hogar sin fotos colgadas de la pared, sin
portarretratos de sobremesa, sin álbumes… es como un jardín sin
flores. Vacío y aséptico. El empeño que muchas tenéis, (sí; las
mujeres sois líderes del sentimiento y la conservación de los
recuerdos), en rescatar las fotos antiguas nos hace pensar que las
fotos que no se impriman hoy no se conservarán mañana. Una
generación con sus imágenes en la “nube”, en el móvil, en el disco
duro, se arriesga a perder todos sus recuerdos por un fallo o virus
en el sistema. Confiar todos vuestros recuerdos a la tecnología es,
cuando menos, arriesgado.
Finalmente sólo me queda agradeceros la confianza depositada en
nosotros durante todo este tiempo y animaros a imprimir muchas
fotos. A seguir haciendo vuestras compras en el pequeño comercio
del barrio. El que da vida a nuestras calles y calor al corazón.