La preparación a la hora de hacer una buena foto es fundamental.
La reflexión debe ser previa al disparo, no posterior. En la foto que
nos ocupa podemos apreciar varios aspectos que se han tenido en
cuenta a priori. Primero, el encuadre. Central. Que no quepa la
menor duda de cual es el motivo principal. Lo siguiente es cuidar lo
que va a entrar en ese encuadre: piedra, madera y niña. Nada más.
Ningún objeto moderno que rompa ese entorno rural. Es la armonía
y complementariedad entre los elementos. Por esto la niña va con
traje regional; aunque sea de paisanín. También hay que prestar
atención al color. Los colores que predominan en la foto no chocan
unos contra otros. Son naturales. Los que uno se espera encontrar
en el campo. El rojo del traje le da un poco de alegría al conjunto,
para romper la monotonía de los ocres y el negro.
Otro aspecto a considerar es a luz. Viene de la derecha, según se
mira, iluminando la mitad de la cara; girada hacia ese lado para
provocar ese efecto artístico. La otra parte queda ligeramente en
sombra, para acentuar el contraste y los rasgos faciales.
Todo esto no fue fruto de la casualidad, sino de la preparación de
la foto en función de las condiciones ambientales. En ocasiones es
mejor guardar la cámara y dejarlo para otra vez. Por ejemplo, si el
sol está en su cenit nunca pueden salir buenas fotos. La proyección
de la luz, en tal caso, provoca sombras en los ojos; que se aprecian
como cuencas negras. El exceso de luz mata los matices. Es mejor
esperar a media mañana o media tarde en días no excesivamente
soleados.
Por último, y no menos importante, está la predisposición de la
modelo. Los niños, aunque sean muy fotogénicos, son muy volubles
en su estado de ánimo. Para sacarles todo el partido en las fotos
deben estar motivados. Vivir la sesión como un juego. Obtener
alguna compensación. En definitiva, pasarlo bien tanto ellos como
el fotógrafo. Sólo así se conseguirá un ambiente de complicidad que
produzca situaciones y poses naturales. Parar en cuanto lo pidan y
proseguir cuando estén receptivos. No les machaquéis con sesiones
de fotos interminables o acabarán huyendo en cuanto vean una
cámara.
Espero que estos consejos prácticos os hayan servido de alguna
inspiración para mejorar las fotos que hacéis, sobre todo a niños.
Cómo hacer mejores fotos a los niños
30 viernes Nov 2018
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