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Fiesta medieval de Monforte de Lemos, fotos del torneo medieval de Monforte, Torneo medieval
En la localidad lucense de Monforte de Lemos, cada Semana Santa,
tiene lugar una gran fiesta medieval (ver entrada del 4-11-16).
Todo el pueblo se involucra y se crea un gran ambiente. Sin duda el
plato fuerte es el Torneo o Justa medieval. Se hace en el campo de
fútbol del colegio de Los Escolapios. Recinto al aire libre, aunque
cerrado normalmente. Llegamos unos quince minutos antes del
comienzo y había cerca de un centenar de personas haciendo cola
para entrar. Entrada libre. Preguntamos a un lugareño por los
pormenores del evento y tuvimos una suerte increíble: resultó ser
alguien con influencia al que caímos en gracia. Nos dijo que le
acompañásemos y entramos los primeros sin que nadie de toda
aquella gente pusiera la menor objeción. Hicimos lo que vimos
hacer: correr en busca de un buen sitio para observar el
espectáculo en primera fila. Había una pequeña grada con bancos
corridos destinada a la gente disfrazada de época, y el resto del
público se repartió, de pie, a lo largo y detrás de la valla que
perimetraba el campo. En cada esquina había un recipiente con
fuego y un escudero con un estandarte de diferente color. Eran los
cuatro equipos que iban a participar. Al poco fueron llegando, a
galope tendido, los jinetes con armaduras, espadas y monturas.
Buenos caballos entrenados para la ocasión. La gente animaba a los
del color más cercano a su posición. El calor apretaba y enseguida
se deshicieron del yelmo. Hubo torneo a caballo con lanza, combate
a espada e incluso cuerpo a cuerpo. Mediaba un maestro de
ceremonias que hablaba castellano antiguo, acompañado de un
bufón que le hacía la pelota y se metía con los perdedores desde
detrás de su señor. Buenos actores que hacían correctamente su
papel sin perder el buen humor. Parecía que iban a matarse sin
sufrir daños aparentes. El público participó con entusiasmo,
desgañitándose como cuando cuando van al fútbol. Tras los
diferentes combates se entregó el trofeo al ganador y terminó la
fiesta. Todo el público que abarrotaba el recinto fue saliendo
ordenadamente en busca un lugar para sentarse a la sombra. Las
terrazas de los bares cercanos se vieron muy concurridas.
Divertido y recomendable. Monforte nunca defrauda.