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Foto Figaredo

~ Tienda de Fotografía en Gijón

Foto Figaredo

Publicaciones de la categoría: De fotos por…

De fotos por… Pastrana

26 Viernes Jul 2019

Posted by mariofigaredo in De fotos por...

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Fotos de Pastrana, Historia de la Princesa de Éboli, Palacio Ducal de Pastrana, Pastrana, Viaje a la Alcarria

Tras visitar la villa de Atienza, continuamos nuestro particular viaje
a la Alcarria visitando la localidad de Pastrana. Cercana a los 900
habitantes, la villa Ducal de Pastrana es Conjunto Histórico-Artístico
desde 1966 y está ubicada al sur de la provincia de Guadalajara.

Letrero y escudo de Pastrana. Foto Figaredo, Gijón
Fue fundada en el siglo XIII, por la Orden Religiosa Militar de
Calatrava, tras la expulsión de los árabes. Posteriormente pasó a
manos del rey Carlos I, quien la vende a Doña Ana de la Cerda
(condesa de Mélito y viuda de Don Diego Hurtado de Mendoza). Ella
comienza la construcción del Palacio Ducal. A su muerte, sus hijos
venden el pueblo a los Príncipes de Éboli: Don Ruy Gómez de Silva
(amigo y consejero de Felipe II) y su esposa Doña Ana de Mendoza
y de la Cerda, nieta de la Condesa de Mélito, quien fue la famosa
princesa tuerta de Éboli. Posteriormente el rey les otorga el título
de Duques de Pastrana. A partir de ahí empieza la época dorada de
Pastrana (siglos XVI y XVII). En 1569 los duques llaman a Santa
Teresa de Jesús y la ayudan a construir dos conventos de la Orden
de las Carmelitas Descalzas, uno de hombres y otro de mujeres.
También fundan la Colegiata y una gran fábrica de tapices.

Palacio Ducal de la Princesa de Éboli. Foto Figaredo, Gijón
Tras la muerte del duque, la duquesa y princesa de Éboli decide
ingresar en el convento. Parece ser que la vida monacal no era de
su agrado y protagoniza varios altercados. Teresa de Jesús se va de
allí, con sus monjas, y el rey Felipe II ordena a la princesa regresar
a la Corte para ocuparse de su patrimonio y familia. En Madrid lleva
una vida disipada. Sus intrigas con el secretario real suponen una
amenaza para el rey, que ordena su detención en 1579. Encerrada
en su propio palacio muere en 1592.

Torreón del Palacio Ducal Balcón de La Hora. Foto Figaredo, Gijón
Lo primero que visitamos en Pastrana es el Palacio Ducal, de
estilo renacentista y, quizá por el morbo, todo el mundo quiere ver
la habitación donde estuvo recluida la princesa durante 13 años. Es
una estancia de unos cinco metros de largo por cuatro de ancho.
Había un torno por donde le pasaban comida y bebida. Cuenta la
leyenda que solo durante una hora al día se le permitía asomarse a
un balcón enrejado protegido con una celosía. Ahí contemplaba la
Plaza Mayor sin ser vista. Pasó a llamarse la plaza de La Hora.

Plaza de La Hora, Foto Figaredo, Gijón
Respecto al parche en el ojo hay diferentes versiones: desde que se
quedó tuerta de niña al caer de un caballo, hasta la que sostiene
que lo llevaba por impresionar a su rey. Lo impresionante es pensar
cómo puede cambiar la vida de una persona: pasó de ser una
influyente y acaudalada dama de la corte a una reclusa en una
habitación de su propio palacio.

Callejuela de Pastrana en el barrio del Albaicín. Foto Figaredo, Gijón Barrio judío de Pastrana. Foto Figaredo, GijónEstrella de David. Foto Figaredo, Gijón
Pastrana conserva gran parte de su trazado medieval. Un simple
paseo por sus estrechas calles nos traslada a otros tiempos, como en el Barrio del Albaicín (barrio judío del siglo XVI), donde se puede
apreciar que las casas son algo más anchas en la parte alta que en
la de abajo. En una de ellas puede verse la estrella de David. En la
misma calle hay otra casa con el escudo de la temible Inquisición,
donde puede verse la cruz, la espada y una rama de olivo.

Escudo de la Inquisición. Foto Figaredo, GijónFuente de los Cuatro Caños. Foto Figaredo, Gijón.
Otro punto de interés es la Fuente de los Cuatro Caños, situada
en un entronque de calles. Es del siglo XVI y el agua brota de
cuatro mascarones con diferentes expresiones. Conservada tal cual.
Parada obligada en la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción
con portada gótica (siglo XV). Este enorme recinto con aires de
catedral alberga en su interior el Museo Parroquial, destacando una
magnífica colección de Tapices Flamencos de Alfonso V de Portugal.
En el exterior hay un patio, con crucero, donde se puede leer una
lápida que conmemora los fusilamientos que tuvieron lugar durante
la guerra civil.

Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción. Foto Figaredo, Gijón Patio de la Colegiata. Foto Figaredo, Gijón.Soportal en Plaza Mayor. Foto Figaredo, Gijón
Regresamos a la Plaza Mayor (o de La Hora). Allí nos guarecemos
de la lluvia en un antiguo soportal. Era común hacer vida en ellos;
no tanto por las inclemencias meteorológicas sino por ser lugar
propicio para la compraventa de mercancías diversas. En Pastrana
se celebra una gran Feria Apícola Internacional la segunda semana
de Marzo. La miel de la Alcarria posee una excelente calidad y es
típico artículo para llevar de recuerdo, junto con el chocolate que
podemos comprar en varios establecimientos que encontraremos
durante nuestro relajado paseo. Luego entramos a tomar algo en
uno de los bares de la calle principal. Conserva el sabor de los
antiguos establecimientos de la localidad; nada que ver con las
modernas cafeterías de la gran ciudad.
Tras tomar las últimas fotos ponemos rumbo a otro destino de
nuestro viaje a la Alcarria.

Plano de Pastrana folleto del Museo de Tapices

De fotos por… Atienza (2ª parte)

17 Viernes May 2019

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Callejero de Atienza, Castillo de Atienza, Cristo de los Cuatro Clavos, Iglesia de la Trinidad en Atienza, Museo de la Trinidad en Atienza, Turismo en Atienza

Centrándonos en su castillo podemos apreciar las murallas, que
conservan solo una mínima parte de su altura original, y la torre del homenaje en la esquina sur. Es de planta cuadrada, con puerta en
la planta baja, salas interiores y una escalera en el muro que
asciende a las zonas superiores y a la terraza. Como elemento
defensivo destaca el garitón volado que sobresale en la esquina
meridional de la torre. Aunque el recinto da la impresión de haber
sido vaciado, el conjunto no ha perdido un ápice de su impacto
monumental. El material predominante en su construcción es la
piedra y la técnica empleada el sillarejo unido con argamasa.

Castillo de Atienza. Foto Figaredo, Gijón.
Atienza posee un patrimonio arquitectónico impresionante:
además del castillo está la muralla, la Iglesia de la Trinidad (S. XII),
la Iglesia de San Gil (S. XII) con su Museo de Arte Religioso, la de
San Bartolomé (S. XIII) con su Museo Paleontológico, la de Santa
María del Rey (S. XII), la Iglesia de San Juan del Mercado (S. XVI),
o la Plaza del Trigo, que es una de las más hermosas de Castilla,
tan cerca del popular Arco Arrebatacapas. Mencionar también la
Posada del Cordón, antiguo caserón del siglo XV, que alberga el
Centro de la Cultura Tradicional de la Provincia de Guadalajara, con
más de 600 piezas de gran valor etnográfico.

Mapa-callejero de Atienza. Turismo Atienza.
Hicimos visita guiada en la Iglesia de la Trinidad, con recuerdos
de la Cofradía de la Caballada y un magnífico museo de arte sacro.
Entre sus piezas destaca el Cristo del Perdón de Salvador Carmona.
El guía, cura párroco de 86 años, nos comentó -para que nos
hiciéramos una idea de su valor- que cuando fue cedido para la
Exposición de Las Edades del Hombre la aseguradora cobró un
millón de euros en concepto de prima para póliza de transporte. Es
de un realismo espectacular. También nos mostró el Cristo de los
Cuatro Clavos, pieza románica así llamada porque no tiene los pies
cruzados, una enorme pila bautismal románica, un curioso retablo
con un sagrario circular y una capilla lateral con profusión de
adornos en pan de oro. Estas dos últimas fueron regalos de reyes.
Este octogenario párroco, infatigable, nos contó un buen número de
anécdotas relativas a su iglesia preferida. A pesar de su avanzada
edad todavía oficia misa en las iglesias del lugar; de hecho, antes
de despedirse nos dijo “mi pueblo me espera”.

Retablo Iglesia de La Trinidad. Foto Figaredo, Gijón
Resumiendo, estamos ante un armónico conjunto urbano en el
que plazas y calles, con muchas casas blasonadas, se articulan y
entrelazan con serena belleza, constituyendo uno de los más
hermosos y evocadores complejos arquitectónicos que pueden
contemplarse aún en Castilla. Es el mudo pero elocuente recuerdo
de un pasado que permanece inmóvil en Atienza. Para volver.

Cristo de los Cuatro Clavos. Foto Figaredo, Gijón.Catafalco en Museo de la Trinidad. Foto Figaredo, GijónCantoral sobre facistol. Foto Figaredo, Gijón.

De fotos por… Atienza (1ª parte)

10 Viernes May 2019

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Atienza, Castillo de Atienza, fotos de Atienza, historia de Atienza, La Alcarria

La villa de Atienza tiene orígenes remotos y una historia convulsa.
Situada en la ladera de un cerro, habitada por los celtíberos,
resistió a los romanos y solo cayó en su poder cuando lo hizo
Numancia. Una vez tomada Atienza, los romanos construyeron una
atalaya en la que siglos más tarde los árabes harían uno de sus
más significativos baluartes frente a las acometidas de los reinos
cristianos del norte. Su imponente castillo está situado en lo más
alto del cerro. Fue fortificado por los árabes y hasta los siglos XI y
XII, cuando fue conquistado por Alfonso VI, no adquirió su aspecto
definitivo. Forma parte de la propia roca y es tan inexpugnable que
el propio Cid Campeador, camino del destierro, no se atrevió a
conquistarlo por considerarlo “una peña muy fuerte”.

Castillo de Atienza. Foto Figaredo, Gijón
De alto valor estratégico, Atienza se convirtió en punto esencial
para la defensa de la frontera, primero frente a los musulmanes y
después frente a la corona de Aragón. Además, su situación en un
lugar de fácil comunicación entre las dos mesetas y entre Castilla y
Aragón, propició una de las actividades más extendidas entre sus
habitantes: el transporte y la arriería. Precisamente sus arrieros
protagonizaron un valeroso episodio cuando el rey Alfonso VIII, con
tan solo cuatro años de edad, fue ayudado a escapar del asedio al
que le habían sometido las tropas de su tío y regente Fernando II
de León. Idearon un astuto plan que consistió en disfrazarlo como
uno de ellos y salir entre los caballos. Desde entonces se celebra “la
caballada”, fiesta de Interés Turístico Nacional, que recrea el suceso
con auténticos caballos montados por gente del pueblo y hasta por
el cura párroco de la Iglesia de la Trinidad (siglo XII), que nos contó
como se cayó varias veces por la bravura de los caballos.

balcón de casa noble. Foto Figaredo, Gijón casa noble con escudo. Foto Figaredo, Gijón
Lógicamente la villa fue la preferida de Alfonso VIII, que la colmó
de privilegios y regalos, progresando espectacularmente. En la Baja
Edad Media llegó a contar con 14 iglesias y numerosos edificios
nobles al ponerse de moda, imitando al rey, pasar temporadas en la
villa. Fue una época de esplendor que se vio truncada a mediados
del siglo XIV por las guerras de los Infantes de Aragón, cuando se
tomó la fortaleza, provocando la huida de sus habitantes y la
destrucción de la villa por las tropas de Juan II de Castilla y Álvaro
de Luna. Posteriormente, Enrique IV eximió de impuestos a los
atencinos, tratando de repoblar la villa. Con la llegada de los Reyes
Católicos perdió su valor estratégico, quedando reducida a núcleo
semiurbano y cabecera comercial, artesanal y administrativa de la
comarca.

Arco arrebatacapas. Foto Figaredo, GijónSoportal de la Plaza del Trigo. Foto Figaredo, Gijón

(Continuará la próxima semana)

El alma de Asturias

22 Viernes Mar 2019

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Lagos de Covadonga, leyendas asturianas, Santa Cueva de Covadonga

Según las crónicas de la época, Pelayo (siglo Vlll), hijo del duque
Favila, fue el primer rey de la dinastía astur. Dicen que su origen
era mezcla de godo y romano. Cuenta la tradición que, en una
ocasión, iba persiguiendo a un ladrón que se refugió en una cueva.
Allí vivía un ermitaño que rogó indulgencia para el fugitivo, dado
que sostenía que aquel lugar era sagrado, al ser devoto de la
Virgen María; además le pronosticó que un día él también iba a
necesitar la protección de la Virgen. Mas adelante Pelayo consiguió
sublevar a los astures contra la ocupación musulmana. En
Covadonga, lugar donde se ubica la cueva, tuvo lugar una batalla
decisiva contra estos. Las tropas de Pelayo se refugiaron en la
cueva y desde allí lograron repeler el ataque de los moros. Este
episodio fue el inicio del fin de la ocupación árabe; por esto se dice
que Asturias es España y lo demás tierra conquistada. En
agradecimiento a la supuesta intervención divina, que supuso la
victoria de los cristianos, Pelayo ordenó la colocación de una
imagen de la Virgen y la construcción de una capilla. Así nació la
Santa Cueva, como santuario, y el Real Sitio de Covadonga.
Tanto la Basílica de Covadonga como la Santa Cueva y su
“Santina” son los lugares más visitados de Asturias. Bajo esta
última hay un lago donde se sigue la tradición de tirar una moneda
y pedir un deseo.


Más arriba, a más de mil metros de altitud, tras recorrer doce
kilómetros de carretera estrecha y sinuosa, encontramos los
famosos lagos de Covadonga: el Enol y el Ercina. Pertenecen al
Parque Nacional de Picos de Europa y suelen ser inicio de travesías
por las montañas circundantes. En el lago Enol está sumergida una
imagen de la Virgen de Covadonga que cada 8 de Septiembre es
sacada del agua para procesionar. Los lagos son objeto de varias
leyendas, de origen celta o cristiano, que hablan de una misteriosa
dama a la que casi nadie da cobijo en una noche de tormenta. Solo
una humilde pastora lo hace y es la única casa que se salva de la
repentina inundación que sepulta las otras. Retumba, al tiempo,
una voz sobrenatural que clama: “Nadie pisará la tierra donde mi
Madre lloró, maldita sea por siempre la tierra de maldición”. Para
los celtas era su diosa Deva y para los cristianos, naturalmente, su
“Santina” de Covadonga.

Lagos de Covadonga. Foto de Rebeca Benito
De estos lugares habla apasionadamente la obra del polifacético
Roberto Frassinelli, el alemán de Corao, como se le conoció en la
zona. Este hombre, que vino huyendo de la persecución política en
su país, fue escritor, estudioso de minerales, montañero… además
de colaborar como dibujante en la construcción de la Basílica de Covadonga. De hecho, aunque no era arquitecto, dirigió las obras
de la cripta. Era muy andariego y desinhibido. Muchos vecinos le
conocían y apreciaban.

Lago de Covadonga. Foto de Rebeca Benito
Esta claro que esta comarca tiene algo mágico que invita a volver.
Las fotos que ilustran este artículo, cedidas amablemente por la
aficionada Rebeca Benito, reflejan la luz típica del invierno astur;
huyendo de la clásica foto en un día soleado. Retratan la paz y
armonía de estos lugares tan nuestros. Reflejan la abundancia de
agua y el carácter asturiano; tan dado al “grandonismo”, la ironía y
la hospitalidad. El alma de Asturias.

De fotos por… Medina del Campo (2 de 2)

08 Viernes Mar 2019

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Estación de ferrocarril de Medina del Campo, Fotos del Castillo de la Mota, Fotos Medina del Campo, Monumentos de Medina del Campo, Pasadizos del Castillo de la Mota

Muros del Castillo de la Mota. Foto Figaredo, Gijón

Continuamos visitando el Castillo de la Mota…

parte subterránea del Castillo de la Mota. Foto Figaredo, Gijón

 

Capítulo aparte merece la zona subterránea del castillo. Las fotos
en blanco y negro definen mejor las sensaciones vividas. Bajamos
unas viejas escaleras de piedra y nos adentramos en un dédalo de
fascinantes pasadizos y galerías. Cada poco se abre un espacio que,
con alguna tronera, daba al exterior. Ahí se disponían los cañones
que defendían el castillo. El humo resultante de los disparos, que
era asfixiante, se disipaba mediante un sistema de chimeneas que
ventilaban los cubículos. También vimos las mazmorras. En alguna,
la entrada era un simple agujero en el suelo desde donde tiraban a
los infortunados prisioneros sin ningún miramiento. Estremece
recorrer esos pasadizos entre cuyas paredes parecen resonar los
ecos de batallas, lamentos y sufrimiento. La vida era dura…y corta.

bajada a los sótanos del Castillo de la Mota. Foto Figaredo, Gijónpasadizo en el Castillo de la Mota. Foto Figaredo, GijónMazmorra en Castillo de la Mota. Foto Figaredo, Gijón tronera en Castillo de la Mota. Foto Figaredo, Gijón
En cuanto al resto de la población hay que destacar el Palacio
Real Testamentario de Isabel la Católica, lugar donde falleció, que
hoy es un museo dedicado a su figura. Luego está el Palacio de
Dueñas, que constituye un buen ejemplo de edificio renacentista, el
Museo de las Ferias, que narra la historia de las ferias  de                                 mercancías que transcurrían durante los siglos XV y XVI, haciendo
conocida la villa a nivel europeo. Aunque el eje de la vida diaria
transcurre en la ya mencionada Plaza Mayor de la Hispanidad, de
las mas grandes de España y Europa, lugar de compras, encuentro
y solaz de sus habitantes y visitantes; sin olvidarnos de la visita a
alguna bodega de vino de Rueda, típico de la zona.

Palacio Real Testamentario. Foto Figaredo, GijónColegiata. Foto Figaredo, GijónPortada de la Concepción, de 1507. Foto Figaredo, Gijón
La gran estación de ferrocarril aporta movilidad a los viajeros que
no llevamos coche. Importante nudo ferroviario que une Medina del
Campo con Madrid al sur, Gijón al norte, o Hendaya al noreste,
además de Zamora o Salamanca y Portugal al este, hace las delicias
de los amantes del tren. Estación monumental abierta en 1860 y
remodelada en 1902, cuenta con una gran marquesina de hierro al
estilo francés, de más de 100 metros, con columnas y capiteles.

Estación de Medina del Campo. Vista parcial. Foto Figaredo, Gijón
Dispone de cuatro andenes y todos los servicios habituales, incluida
una cafetería con terraza en el andén principal. Desde allí visitamos
Arévalo y Salamanca; lugares de los que hablaremos en futuras
entregas.

De fotos por… Medina del Campo (1 de 2)

01 Viernes Mar 2019

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Castillo de la Mota, Fotos de Medina del Campo, Medina del Campo

Llegamos a Medina del Campo en un cálido mes de Octubre hace
unos años. Localidad de unos veinte mil habitantes, muy bien
comunicada por tren; ahora, incluso, con apeadero para el AVE. Lo
primero que nos llamó la atención fue la dicotomía entre animación
y tranquilidad que tiene este pueblo según la zona donde camines.
Destaca su gran Plaza Mayor, con soportales repletos de bares y
comercios.

Plaza Mayor. Foto Figaredo, Gijón
Medina del Campo está cargada de historia. Los Reyes Católicos le
otorgaron la consideración de Feria General del Reino en 1491. Ya
la abuela de Fernando el Católico, Leonor de Alburquerque, fue
señora de Medina. Todo esto unido a su situación geográfica, como
lugar habitual de paso hacia Madrid, hizo que fuera protagonista
tanto de guerras e intrigas palaciegas como de pujante centro
económico y comercial a nivel europeo.

Castillo de la Mota. Foto Figaredo, GijónVista parcial del Castillo de la Mota. Foto Figaredo, Gijón lateral del Castillo de la Mota. Foto Figaredo, Gijón
Testigo mudo de lo anterior es el imponente Castillo de la Mota.
Fue construido en el siglo XV, por arquitectos mudéjares, con los
últimos avances de la época como el foso, la Torre del Homenaje
con cinco pisos y 40 metros de altura, y una gran barrera exterior
(barbacana), donde se situaron piezas de artillería a nivel del suelo
para repeler más eficazmente los asedios. El material elegido fue el
ladrillo, típico de los árabes, pues absorbe mejor los impactos de
los cañonazos enemigos. Pueden verse, todavía hoy, las numerosas
huellas que dejaron los proyectiles en su fachada.

fachada del Castillol de la Mota con huellas de cañonazos. Foto Figaredo, Gijón Fachada de la Torre del Homenaje en Castillo de la Mota. Foto Figaredo, Gijón
El recinto interior lo conforman cuatro torres y un patio cuadrado.
Allí están las habitaciones, cuadras, y demás dependencias. Aquí
pasó Isabel la Católica sus últimos días.

foso del Castillo de la Mota. Foto Figaredo, Gijón entrada al Castillo de la Mota. Foto Figaredo, Gijón
Entramos al castillo por un gran puente (antaño levadizo) que
salva el foso que lo circunda. Vemos el patio con un cañón de la
época que tiene una inscripción: “Quien a mi rey no obedeciera de
mí se guardara”. Tal cual.

cañón en Castillo de la Mota. Foto Figaredo, Gijón Quien a mi rey no obedeciera de mí se guardara. Foto Figaredo, Gijón
Damos un paseo por el patio y las almenas. El castillo, del que
partía una muralla, está situado en una pequeña colina. El recinto
que contenía dicha muralla, hoy prácticamente desaparecida, era la
antigua Medina. Posteriormente, a raíz de una repoblación, se abre
hacia el llano.

Torre del Homenaje en Castillo de la Mota. Foto Figaredo, Gijón almena del Castillo de la Mota. Foto Figaredo, Gijón

(Continuará la próxima semana)

De fotos por… Ávila

09 Viernes Nov 2018

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blog de Foto Figaredo, consejos de fotografía, Fotos de Ávila, Muralla de Ávila, Turismo Ávila

Murallas de Ávila al atardecer. Foto Figaredo, Gijón

Viajamos a Ávila en un Octubre no muy lejano. Llegamos en tren, a
eso del mediodía. Ya desde la estación se divisa la muralla que la
envuelve. Nos hospedamos en un hostal de la Plaza Mayor. Allí
desayunamos los días que permanecimos en la ciudad. Ambiente
castellano, noble y recio.

Ayuntamiento de Ávila. Foto Figaredo, GijónEn Ávila se respira muy bien. No en vano es la capital de
provincia más alta de España, con sus 1.132 metros sobre el nivel
del mar. Esto hace que las noches otoñales sean muy frescas. Por el
invierno es común ver copiosas nevadas en su centro urbano.
Aparte del aire puro el ambiente de la ciudad, un tanto silencioso,
invita a la paz y la contemplación. Junto a las murallas, en su parte
exterior, hay grandes extensiones de terreno para pasear; ya sea el
clásico paseo jalonado de bancos como la verde hierba de la que
sobresalen piedras milenarias. Allí, sentados en alguna de ellas,
acostumbrábamos a contemplar el paisaje que rodea a la ciudad o
la puesta de sol.

Murallas de Ávila. Foto Figaredo, Gijón
La muralla de Ávila, de época medieval y declarada Monumento
Nacional en 1884, tiene un perímetro de unos dos kilómetros y
medio. Se puede visitar, por arriba, en buena parte de su recorrido.
Cuenta con 87 torreones y 9 puertas. Sus muros tienen hasta 3
metros de espesor y 12 de altura. Se le considera el recinto
amurallado mejor conservado del mundo.

Torres de las murallas de Ávila. Foto Figaredo, Gijón

Paseo sobre las murallas de Ávila. Foto Figaredo, GijónTorreón de la muralla. Foto Figaredo, Gijónvista desde lo alto de la muralla. Foto Figaredo, Gijón
Pero Ávila no es solo la muralla. Tiene otros muchos monumentos
como la catedral, el ayuntamiento y su plaza del mercado chico, el
convento-museo de Santa Teresa, la basílica de San Vicente, la
casa de los Deanes, más conventos, monasterios, iglesias, ermitas,
palacios… ¡Un no parar!

Catedral de Ávila. Foto Figaredo, GijónIglesia-Convento de SantaTeresa de Jesús. Foto Figaredo, GijónPalacio en Ávila. Foto Figaredo, GijónPaseo bajo la muralla. Foto Figaredo, GijónRincón de Ávila. Foto Figaredo, Gijón
De todas formas me quedo con los rincones tranquilos, los paseos
por la muralla, el paisaje y ese cierto misticismo que desprende
esta bella ciudad.
Es fácil hacer fotos en Ávila. Su cielo azul, esa luz especial que da
la altura y la falta de contaminación facilitan la labor. Solo he usado
el filtro polarizador en la foto de la catedral. El resto ha consistido
en cuidar el encuadre para no coger coches o gente; algo sencillo
en un lugar relativamente pequeño y con poco turismo en esta
época del año.

De fotos por… Extremadura: Coria (2 de 2)

13 Viernes Jul 2018

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Catedral de Coria, Catedral de la Asunción, reliquias de Coria, Viajando por Extremadura

Catedral de la Asunción en Coria. Foto Figaredo, Gijón

Entramos al interior, nos sentamos en la primera fila de bancos, y
nos explican la forma de entender lo que estamos viendo. En una
catedral nada está dispuesto al azar. Por poner un ejemplo: en el
retablo principal hay una figura de San José y otra de San Francisco
de Asís. Esto es así porque el obispo de turno se llamaba José
Francisco. Además en la parte derecha, de espaldas al retablo, está
lo que se considera bueno (vírgenes y santos) y en la izquierda lo
malo (diablo, pecados…). De paso vemos las grietas, de hasta
veinte centímetros, y parte del techo descansando literalmente
sobre el retablo. Luego nos muestra el coro, en madera de nogal
del siglo XV, protegido por una gran verja del siglo XVI.

Coro de la catedral de Coria. Foto Figaredo, Gijón
Sorprendidos, nos abre la puerta de la verja y nos permite entrar al
interior y tomar asiento en los sitiales. Hay tres que destacan por
estar más elevados que los demás: dos, a la entrada, frente a
frente, estaban destinados a los duques de Alba. A la derecha (lo
bueno), con motivos masculinos, se sienta el duque. A la izquierda
(lo malo), con motivos femeninos y de pecado (serpientes y demás)
se sienta la duquesa. Al fondo, a la misma altura que los duques, el
sitial del obispo. Tiene un pequeño apoyo plegable (ménsula) que,
al elevarlo y apoyarse, le permite parecer que está de pie sin
estarlo; se le llama misericordia y, en su parte inferior, van talladas
alegorías maliciosas… En el centro del coro está el facistol: un atril
giratorio con cuatro caras para cuatro voces. En cada lado va
apoyado un grueso libro -el cantoral- con grandes notas musicales
para ser vistas de lejos.

Coro de la catedral de Coria. Foto Figaredo, Gijón
Entramos también, de gratis, en el museo catedralicio. Aquí se
guarda una reliquia que, de ser auténtica, es muy interesante: el
mantel que utilizaron en la Última Cena. En una sala se ve un
facsímil del mismo, con manchas de vino y alguna huella de copa.
En otra se halla el original guardado en un cofre de plata muy
adornado; parte de la tela sale del mismo. La tela es blanca con
cenefas azules, como de pequeños cuadros. Lo mandaron analizar y,
de momento, saben que el hilo es típico de Oriente Medio. Unos
científicos de la NASA se han llevado otra muestra a Estados Unidos
para datar su autenticidad. En unos meses se sabrá la verdad. Esta
reliquia se enseñaba a los peregrinos desde el balcón de la catedral,
pero tuvieron que abandonar esa tradición ante el alarmante
deterioro de la tela, por tocarla demasiadas manos.
Salimos por la Puerta del Perdón, de estilo plateresco, que solo se
abre en contadas ocasiones, y vimos relieves de la Anunciación y
Nacimiento entre otros. Nos explicaron el significado de ciertas
escenas y una especie de triángulo doble que, en realidad, es una
letra M dentro de una A; que significa Ave María. Efectivamente
nada es casual y, lo mismo que proliferan las escenas religiosas o
mundanas también está la picaresca y lo carnal. Todo al lado que le
corresponde… según dictan los próceres de la Iglesia.

Catedral de Coria. Foto Figaredo, Gijón
Terminada la visita, tras un rato de ocio, regresamos al hotel
para comer; luego al autocar de Jandrín, parada en Benavente, y
llegamos a Gijón a eso de las 21:00 horas. Cuatro días festivos bien
aprovechados. Repetiremos.

Callejero Información general Virgen de Argeme Santuario de la Virgen de Argeme

De fotos por… Extremadura: Coria (1 de 2)

06 Viernes Jul 2018

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Catedral de Coria, Catedral de la Asunción, Coria, viajar por Extremadura, viajes en autocar, visita guiada a una catedral

Despertador 8:00. Desayuno 8:30. Maletas en el autocar a las 9:15
y a las 9:30 emprendemos camino. Aunque es día de regreso, la
organización del tiempo es fundamental para disfrutar hasta el
final. Nos dirigimos a Coria, a pasar la mañana en un estupendo
destino escogido por el mayorista.
Coria, noble villa de la comarca de Alagón de origen prehistórico,
tiene tres principales monumentos que visitar: su Palacio de la Casa
de Alba, sus murallas romanas con 20 torres y la Catedral de la
Asunción. Nos centramos en esta última por su espectacularidad.
Mercedes, nuestra guía acompañante, había quedado con un amigo
para que nos enseñase todo su interior, su historia y sus secretos…
Mientras llegaba la hora convenida hicimos tiempo visitando el
Museo de la Cárcel Real, del siglo XVII.

estela funeraria romana. Foto Figaredo, Gijón resto arqueológico. Foto Figaredo, Gijón Cavria romana. Foto Figaredo, GijónCarcel real de Coria. Foto Figaredo, Gijón interior de celda de castigo. Foto Figaredo, Gijón
La Cárcel Real es un antiguo edificio, una prisión de las de toda la
vida. Al cesar en su principal función fue reconvertido en un curioso
museo que mezcla arqueología, historia y costumbrismo. Por un
lado vemos como es una vieja cárcel con su celda de castigo. Por
otro está todo lo encontrado en las excavaciones arqueológicas; de
época romana y anteriores. Por último hay unas dependencias que
nos muestran el culto al toro bravo, que fascina en esta región. Nos
cuentan que solo lo utilizan para los encierros, no para la lidia.

museo del toro bravo. Foto Figaredo, Gijón recreción de los encierros de Coria. Foto Figaredo, Gijón
Donde vive un obispo hay una catedral, independientemente del
tamaño de la localidad. La catedral de Coria, de estilo gótico tardío,
plateresco y barroco, empezó a construirse en el 1.498 y se pudo
terminar en el 1.748. Al poco tiempo, en 1.755, llegó el terremoto
se Lisboa y la dañó seriamente. Por lo tanto, entre la construcción y
las reparaciones siguientes, lleva más de 500 años en obras. La
principal razón de su estado calamitoso está en el lugar de su
construcción; el peor sitio posible, a la vera de un barranco. ¿Por
qué la hicieron allí? Lo de siempre; primero hubo una catedral
visigoda, luego una mezquita… siempre construyen templo sobre
templo. El caso es que presenta grandes grietas y, de no hacer
nada, corre grave riesgo de venirse abajo.

procesión de Semana Santa. Foto Figaredo, GijónPaso de Semana Santa en Coria. Foto Figaredo, GijónSemana Santa en Coria. Foto Figaredo, Gijón
Cuando llegamos a una de las entradas de la catedral, la Puerta
Norte, vimos salir a la procesión del Domingo de Resurrección.
Tradición, colorido y sentimiento a partes iguales. En el balcón de la
catedral había dos señoritas preparadas para arrojar pétalos de
rosa sobre el cortejo.  (Continuará la próxima semana)

balcón plateresco de la Catedral de la Asunción, en Coria. Foto Figaredo, Gijón

De fotos por… Extremadura: Trujillo (2 de 2)

23 Sábado Jun 2018

Posted by mariofigaredo in De fotos por...

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Castillo de Trujillo, Fotos de Trujillo, Monumentos de Trujillo, Trujillo, visita guiada a Trujillo

Estatua ecuestre de Pizarro. Foto Figaredo, GijónMuralla del castillo de Trujillo. Foto Figaredo, GijónHornacina con la Virgen de la Victoria. Foto Figaredo, GijónCastillo de Trujillo, vista parcial. Foto Figaredo, Gijónlienzo de muralla del castillo. Foto Figaredo, Gijón

Estamos en Trujillo, en plena visita guiada. Hemos subido desde la
Plaza Mayor a lo alto del cerro Cabeza de Zorro, donde se
encuentra el castillo, o alcazaba; por ser de origen musulmán.
Fortaleza de los tiempos del Califato de Córdoba, comenzó a
construirse hacia el año 900. El castillo es enorme y está enclavado
en un bloque granítico. Construido en mampostería y sillares de
granito, está rodeado de 17 torres. Todavía conserva 4 de las 7
puertas que tenía. En la puerta principal tiene una hornacina con la
Virgen de la Victoria, patrona de la ciudad. Lamentablemente no
pudimos visitar su interior por falta de tiempo. Nos quedamos en lo
alto de la muralla que lo rodea, admirando las vistas de Trujillo, su
comarca y lo inmenso del terreno que se divisa. Desde un ángulo
se ven las ruinas de la Iglesia de Santo Domingo y uno de sus
barrios. Sorprende la ausencia de construcciones pasado el límite
municipal. Solo llanura verde.

Vista desde el Castillo de Trujillo. Foto Figaredo, GijónVerde llanura desde el Castillo de Trujillo. Foto Figaredo, Gijón
En el lado sur nos señala Alicia, nuestra guía local, el camino que
seguían los que se apuntaban a la aventura de la conquista de
América. Se ve claramente el viejo camino, la Ruta de la Plata, que
apunta a la única montaña que se ve en derredor. El camino que les
llevaba a Sanlucar de Barrameda, donde estaban anclados los
enormes galeones que surcaban el océano. No atracaban en Sevilla
porque el río no tenía calado suficiente. La travesía era muy larga y
tardaban bastantes años en regresar… si es que lo hacían. Fácil es
imaginar el ánimo de los familiares que les veían alejarse por aquel
camino.

Ruta de la Plata desde el castillo. Foto Figaredo, GijónTrujillo, desde el Castillo. Foto Figaredo, Gijón
Bajando de nuevo hacia la plaza nos encontramos con el aljibe
hispano-musulmán, todavía en uso, y una muestra más de la gran
cantidad de agua de que dispone esta provincia. Un río subterráneo
que discurre bajo el castillo y murallas contribuyó a que moradores
y ganado aguantarán largos asedios sin pasar sed.

Aljibe hispano-musulmán. Foto Figaredo, Gijón

Pórtico de la Iglesia de Santa María la Mayor de Trujillo. Foto Figaredo, Gijón Torre Julia. Foto Figaredo, Gijón
Llegamos a otra parada obligada; la hermosa iglesia de Santa
María la Mayor, del siglo XIII. Es de estilo románico tardío, sobre
todo en su entrada, y un claro estilo gótico al menos en uno de sus
dos campanarios: La Torre Julia, también del siglo XIII. El otro es la
Torre Nueva, del siglo XVI. Resulta que la Torre Julia que vemos hoy
es una reconstrucción de la original, que hubo de ser derribada en
el siglo XIX, por seguridad, al no poder arreglar los enormes daños
que en ella produjo el terremoto de Lisboa del siglo anterior. Esta
torre fue reconstruida en el siglo XX con una curiosa anécdota: El
cantero Antonio Serván, gran forofo del Athletic de Bilbao, se tomó
la libertad de tallar el escudo de su equipo de fútbol favorito en uno
de sus capiteles. La broma le pudo haber salido muy cara, aunque
hoy día todos los turistas anden buscando el escudo como locos.
Con mi cámara no lo pude sacar mejor pero os dejo este enlace
donde se ve a la perfección.

Torre Julia con el lugar donde el cantero talló el escudo del Athletic de Bilbao. Foto Figaredo, Gijón
Continuamos bajando hasta llegar a un convento de monjas de
clausura que conoce Alicia. Esto nos permite entrar al claustro y ver
alguno de estos antiguos edificios por dentro. Tiene un pozo en el
centro y muchas historias que contar…

Convento de monjas en Trujillo. Foto Figaredo, Gijón Claustro del convento. Foto Figaredo, Gijón
Terminada la visita guiada, de dos horas, nos vamos a tomar
unas cañas para refrescarnos en esta calurosa tarde trujillana. En el
punto donde termina Trujillo se puede ver la Picota, lugar donde se
señalaba el punto a partir del cual regía la justicia del lugar y                                         se ahorcaba a los condenados.

Picota en Trujillo.
Llegamos al autocar, camino del hotel, donde cenamos y
descansamos para afrontar el día del regreso a Gijón; no sin antes
hacer una visita a la localidad de Coria, de la que os contaré
próximamente.

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