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Fotos de Cáceres, murallas de Cáceres, Plaza Mayor de Cáceres, Viaje a Extremadura, Visita guíada a Cáceres
Sábado Santo. Despertador 7:30. Desayuno 8:00. Salida 9:00.
Salimos en dirección a Cáceres donde nos espera un guía local
contratado por CN Travel. A eso de las 10 estamos todos reunidos
en la gran Plaza Mayor de Cáceres, ciudad declarada Patrimonio de
la Humanidad, construida en época romana (año 25 a.c.), aunque
parte de sus murallas son celtíberas, del año 900 a.c.
El día está soleado pero, a tan temprana hora, el sol no calienta y
el frío a la sombra se hace notar. Preparo la cámara y tengo el filtro
polarizador a mano para las tomas con sol en toda la foto. Nuestra
guía acompañante, Mercedes, nos presenta a Álvaro, el guía local
que nos acompañará en todo el recorrido. Es ameno y elocuente;
sin duda grandes virtudes en un guía. Nos sumergimos en una
clase magistral sobre la historia de esta gran ciudad.
Admiramos su muralla y torres. Algunas de época romana (las de
mampostería) y otras de época árabe (las de tapial). Entramos al
casco antiguo por el Arco de la Estrella, llamada así por una imagen
de Nuestra Señora de la Estrella que está en una hornacina en la
parte posterior de la puerta, con el escudo de los Carvajal. La
estatuilla está iluminada por un pequeño farol en forma de estrella.
Esta puerta fue construida expresamente en forma oblicua para que
el noble de turno, Bernardino de Carvajal Moctezuma, pudiese
entrar con su carruaje y girar a la izquierda con comodidad para
llegar a su palacio, a escasos metros. Los nobles no andaban nada,
ya que eso se consideraba de plebeyos… El ruido de los carruajes
irritó al obispo, que vivía cerca de la puerta, y terminó por
excomulgar a los nobles y sus descendientes; por lo que podría
decirse que en Cáceres hay mucha gente excomulgada.
Por un estrecho callejón avanzamos hasta llegar al Palacio de los
Carvajal, con una torre redonda de época almohade. Nos cuenta
Álvaro que esta torre, y muchas otras, está desmochada; es decir,
sin almenas o elementos defensivos en su extremo superior. Esta
circunstancia era señal de que no eran muy amigos de la reina
Isabel de Castilla; la cual solo permitía almenas en las torres y
palacios de sus afines. El palacio, al ser sede de la Diputación, está
abierto al público y pudimos entrar a ver su interior; una enorme
ventaja si tenemos en cuenta que todos son privados y solo se
pueden ver por fuera. Se aprecia el enorme grosor de sus muros,
su patio con arcos, columnas y muebles antiguos, además de su
precioso jardín con pozo y una vieja higuera. Antiguamente era una
huerta para uso de sus moradores.
(Continuará la próxima semana)