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Después de haber dedicado la mañana a visitar Cáceres, hicimos
parada para comer en un clásico restaurante para bodas. Da gusto
llegar y ver que te están esperando con todo dispuesto; sin colas ni
esperas. Tras una reposada sobremesa nos dirigimos a pasar la
tarde en Trujillo. Mercedes, nuestra guía acompañante, nos propuso
contratar entre todos una guía local, por no estar incluida en el
programa del mayorista. Trujillo es mucho Trujillo para limitarse a
dar un paseo por sus calles sin nadie que te explique nada; así que,
tras abonar 4 euros por persona, llegamos a su gran Plaza Mayor
donde nos esperaba Alicia. Equipada con megafonía, grandes dosis
de entusiasmo, simpatía y profesionalidad, comenzó a mostrarnos
esta ciudad aspirante a Patrimonio de la Humanidad.

estatua ecuestre de Pizarro. Foto Figaredo, Gijón
Trujillo, con aproximadamente 9.000 habitantes, tiene origen
prehistórico. Luego fue celta. Turgalium en época romana. Después
llegaron los árabes y, tras ellos, la reconquista cristiana. Por tanto
es crisol de culturas y estilos arquitectónicos. Nada tiene que
envidiar a Cáceres aunque el tren pasara de largo por no ser
capital… aunque aquí nacieran conquistadores como Francisco
Pizarro y Francisco de Orellana.

Iglesia de San Martín. Foto Figaredo, GijónPalacio de San Carlos. Foto Figaredo, Gijón detalle del Palacio de San Carlos. Foto Figaredo, Gijón
En la Plaza Mayor, junto a la estatua ecuestre de Pizarro, tenemos
la iglesia de San Martín; del siglo XV y estilo estilo gótico. Al lado
está el palacio de los duques de San Carlos, del siglo XVI, aunque
en el siglo XX fue habilitado como convento. Posee un espectacular
balcón en esquina, así como escudo en la misma disposición.

Palacio del Escudo. Foto Figaredo, Gijón
Sin salir de esta preciosa plaza, cuajada de soportales, vemos el
palacio de los Marqueses de la Conquista o, simplemente, el del
escudo; por tener un enorme escudo de los Pizarro, y balcón, en
una esquina. Es curioso apreciar una especie de vigas de refuerzo
que sobresalen en todo lo largo de la fachada de este y otros
edificios singulares. Fue a causa del tremendo terremoto de Lisboa
en 1.755. Se sintió sobremanera en estas tierras y se tomó esta
medida de protección.

Puerta de Santiago. Foto Figaredo, Gijón Puerta de Santiago. Foto Figaredo, GijónVista parcial de Trujillo. Foto Figaredo, Gijón
La Plaza Mayor de Trujillo siempre estuvo fuera de las murallas.
Lugar de mercado y cuajada de palacios, ahora es lugar de reunión
y recinto de festejos. En sus soportales hay bares y tiendas que
animan la zona. Alicia nos invita a seguirla hacia lo alto de la colina
donde se yergue, orgulloso, el castillo de Trujillo. Entramos en la
zona vieja por la puerta de Santiago, atravesando las antiguas
murallas. Comienza una fuerte pendiente suavizada por las paradas
que hace la guía para explicarnos detalles del lugar. Se nota que
ama este lugar y saluda amigablemente a otros guías con los que
nos cruzamos. No deja de ser un pueblo grande donde casi todos se
conocen.

Torre del Alfiler
Según subimos vamos viendo otros monumentos que pasaban
desapercibidos desde abajo, como la Torre del Alfiler; baluarte
castrense de origen medieval, construida con sillares romanos,
formando parte de la muralla en época musulmana. Tras la
reconquista fue desmochada, como otras muchas, para castigar la
arrogancia de la nobleza castellana, y luego pasó a formar parte del
palacio de los Chaves-Cardenas. La bonita cúpula recubierta de
azulejos de Talavera ocupa el lugar donde estuvieron las almenas.
Luce una cadena de hierro sobre su puerta como señal de privilegio
por haber hospedado al rey Felipe II. También podéis ver dos nidos
de cigüeñas, ocupados en el momento de la foto, muy típicos de
estas tierras extremeñas. Los escudos, en su día, eran policromados.

escudo en Trujillo. Foto Figaredo, Gijón

(Continuará)